Un diario nacional enumera los 8 pueblos más bonitos de Zamora y sitúa entre ellos a Benavente

Así menciona el diario Público una relación de los pueblos más bonitos de Zamora y sitúa a Benavente como tal en su lista de los 8 del total de la provincia con mayor encanto.

Zamora es ruina, Zamora es agua, Zamora es Santa. Esta tierra sobria y serena es una de las escapadas perfectas para esta época del año, para esta etapa de nuestras vidas en la que estamos mirando con otros ojos lo que tenemos más cerca. Ya era hora, ¿no? Porque Zamora está cerca de todo, a medio camino del norte peninsular y de Madrid. Con una baja densidad de población, Zamora es una de las provincias españolas que más habitantes ha perdido en los últimos años: un ejemplo paradigmático de la España vacía que merece un nuevo enfoque. Para empezar, nosotros seleccionamos ocho de los pueblos más bonitos de Zamora, un territorio lleno de atractivos por descubrir.

Los pueblos más bonitos de Zamora

Toro

Toro – Fuente: Wikipedia
Es una las localidades más bonitas (y sabrosas) de Zamora. Su gastronomía acompañada de su célebre vino es uno de sus principales atractivos. La pujanza del enoturismo en toda España ha convertido Toro en una de las paradas obligadas de cualquier amante del vino que recorra el centro peninsular. Los viñedos que cercan la localidad junto al río Duero que los alimenta es una de las estampas icónicas de la región. Como lo es también la Colegiata de Santa María la Mayor, uno de los pocos edificios románicos peninsulares que conserva parcialmente la policromía original demostrando que aquel estilo medieval que ha llegado a nosotros como austero y sobrio no lo era tanto en realidad. Además, el Alcázar, el Monasterio de Sancti Spiritus el Real o la Plaza de Toros de madera son otros de sus monumentos más destacables.

Galende

Lago de Sanabria – Foto: Depositphotos
Al noroeste de la provincia se sitúa una de las localidades más bellas de Zamora, bañada por la cuenca hidrográfica del lago de Sanabria, el mayor lago glaciar de la península ibérica. Municipio formado por pequeños núcleos poblaciones, destaca para el visitante por esa refrescante combinación de naturaleza y arquitectura popular.
En este sentido, Galende posee uno de los mejores ejemplos de arquitectura doméstica sanabresa de todo el entorno con esas casas de piedra y madera y tejados de pizarra que tanto seducen al visitante. A destacar también la iglesia de San Mamés, así como el monasterio cisterciense de San Martín de Castañeda.

Fermoselle

Fermoselle – Fuente: Wikipedia
Justo en la frontera con Salamanca se ubica otras de las localidades que no se pierde ninguna lista de los pueblos más bonitos de Zamora. Declarado su casco histórico conjunto histórico artístico ya en 1974, su trazado urbano es una delicia para el caminante: pasadizos, arcos, callejuelas, escaleras…
Pero, además, su privilegiada ubicación entre dos ríos, entre dos provincias y entre dos países, ha determinado que se la conozca como ‘el balcón de los Arribes del Duero’: a las afueras de Fermoselle abundan los miradores para disfrutar de este singular paisaje.

Granja de Moreruela

Granja de Moreruela – Fuente: Wikipedia
A poco más de 30 kilómetros al norte de la capital provincial encontramos una localidad que destaca especialmente por las ruinas del monasterio de Santa María de Moreruela, otro monasterio que ilustra la importancia que tuvo la Orden del Císter en el territorio durante buena parte de la Edad Media, siendo este uno de los primeros en erigirse en toda la península ibérica. Además, Granja de Moreruela se ubica a pocos kilómetros del río Esla, otra de las joyas naturales que atraviesa Zamora.

Santa Cruz de los Cuérragos

Santa Cruz de los Cuérragos – Fuente: Wikipedia
Hay algo chocante en esta fiebre del urbanita por descubrir pueblos con encanto cuya arquitectura popular mantenga su aspecto original. Como si de un paraíso perdido se tratara, muchos turistas llegan los fines de semana para imaginar una vida que apenas nada tiene que ver con la suya.
Pero cuando llega el lunes, pueblos como Santa Cruz de los Cuérragos vuelven a su estado natural, ya sin visitantes hechizados: hermosamente misterioso… e inevitablemente vacío: nueve habitantes censados en 2019 que aún resisten en una joya de madera y piedra ubicada en el espacio natural de la Sierra de la Culebra, a unos kilómetros al sur de Puebla de Sanabria.

Tábara

Tábara – Fuente: Wikipedia
A unos 50 kilómetros al norte de Zamora se encuentra otro tesoro secreto de la provincia que conjuga naturaleza, historia y cultura. No en vano aquí nació un 11 de abril de 1884 León Felipe, uno de los grandes poetas de su generación. Un solemne monumento en la Plaza Mayor recuerda al tabarés más ilustre.
En esta misma plaza se ubica la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, una construcción del siglo XVI que formaba parte de la Casa-Palacio del marquesado de Tábara, título nobiliario creado por Carlos I ilustrando la importancia que adquirió este territorio en la época. Por su parte, la iglesia de Santa María, pese a sus reformas, es uno de los ejemplos más hermosos de arquitectura medieval de la provincia.

Benavente

Benavente – Foto: Depositphotos
Benavente es algo más que otro pueblo de Zamora. Con sus 18.000 habitantes es la segunda localidad más poblada de la provincia siendo un importante núcleo industrial y comercial del centro-norte peninsular que recuperó la herencia de la vieja Benavente como cruce de caminos que conectaba el Noroeste con el centro de la península.
Pero al margen de esa faceta comunicadora, Benavente ilustra diversos momentos de la historia de España que puede rastrearse en la Torre del Caracol, en la iglesia de Santa María del Azogue o en el Hospital de Peregrinos de la Piedad.

Puebla de Sanabria

Puebla de Sanabria – Fuente: Wikipedia
Una lista de los pueblos más bonitos de Zamora no sería tal sin Puebla de Sanabria, una joya del norte de la provincia que es el campo base perfecto para acercarse a conocer uno de los lagos más bonitos de España.
Conocida desde antiguo por ser un pueblo de paso para comerciantes y viajeros, Puebla de Sanabria ha sabido resistir al paso del tiempo y a la emigración manteniendo sus monumentos bien cuidados y sus principales calles de piedra siempre engalanadas. Todo un soplo de aire fresco que es la mejor forma de despedirse de esta tierra sobria pero gratificante como pocas en España.